Al igual que muchos de sus hermanos, éste fue fabricado en la fábrica Viuda de Murua en Vizcaya, alrededor del año 1885.
En el año 1885, el artefacto era enviado a Tudela y expuesto en la impresionante torre del reloj, desde donde era accesible para todo el mundo de la ciudad.
Para mitad del siglo XX, apareció la necesidad de electrificar este monstruo de engranajes, ya que el hecho de estar cada 5 días dándole "cuerda" resultaba muy laborioso. Es por eso que en 1985, se decidió proceder al cambio.
En 1985, con la llegada de unos relojes de muñeca mucho más accesibles y una serie de fallos técnicos que presentó el reloj, se decidió desecharlo ya que resultaba en unos gastos innecesarios por parte del ayuntamiento. Es por eso que en ese año nos despedíamos del que alguna vez fue el "Big Ben Tudelano".
Hoy en día el reloj está guardado en el almacén de la brigada de Tudela anhelando el día de volver a dar la hora a todos los tudelanos. No obstante, no todo son malas noticias...